Analizer

viernes, 19 de agosto de 2011

Las renuevas caras de Bélmez

Clarísimo manchurrón paranormal
Aunque ya ha llovido lo suyo, el 25 de septiembre de 2004 viajé a Bélmez y en una casa que no ocurría nada de nada expliqué un sistema para hacer caras. A los pocos días esos “investigadores” que escucharon mis explicaciones descubrieron caras en esa misma casa, y lo más curioso, usando mi sistema.

Cuando dije que las caras de Bélmez eran tan paranormales como freír un huevo, las iras de los vendedores de misterios se desataron contra mí. Por la red todavía se pueden encontrar los ataques personales que sufrí, algunos con una mala baba de impresión. Me puedo ir preparando de nuevo.

El sistema no es que sea algo de una complicación extrema. Lo resumiré en una fórmula matemática: Cemento + humedad = manchas, manchas + pareidolia = caras. Luego repasas las manchas con cualquier producto remarcando las partes que te hacen ver un rostro y tienes lista una cara de Bélmez.

Ayer saltó la noticia de que tras seis meses de estar precintada una habitación en esa casa habían aparecido nuevas caras, aunque el verdadero titular debía decir que aparecían unos increíbles manchurrones.

Los descubridores actuales pusieron cemento en una de las paredes y cuando han abierto la puerta… ¡Asombroso! ¡Caras nuevas! Mirad si hacía humedad que les tocó salir de la habitación porque no podían respirar, según afirman ellos mismos en su primer programa de radio. Mi fórmula matemática se cumple a la perfección.

Al pueblo le va a venir ni que pintado (con perdón) este nuevo descubrimiento. Van a invertir unos 800.000 euros en un centro de interpretación, así que la noticia recibirá todos los apoyos necesarios o incluso más.

Sabéis que soy vidente, como veo el futuro sé lo que va a ocurrir. Las caras evolucionaran, eso seguro, porque con tanta humedad no sólo variarán, van a salir hasta hongos. Después dos retoques sencillos y listas para que cualquiera pueda ver la pareidolia, y de ser unos manchurrones de humedad se transformaron mágicamente en rostros.

Hace siete años enseñé como se pueden hacer caras en el cemento, y les he dado el arma ideal para que se perpetúe aún más esta historia que dura ya 40 años.

Termino de enseñarle la foto a mi mujer y sólo ha contestado… ¿Qué caras? ¿Dónde están?


P. D.
Unos minutos para la publicidad. Si queréis conocer la verdadera historia de las caras de Bélmez os recomiendo el libro Los Caras de Bélmez, escrito por Javier Cavanilles y Francisco Máñez (yo mismo).

2 comentarios:

Herel dijo...

Yo en la última foto veo la cara de un cocodrilo... ;)

Piedra dijo...

Pro supuesto que bahía caras... y muy duras.