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sábado, 27 de agosto de 2011

El calentamiento global y un señor llamado Khun

El calentamiento global está demostrado, la venta de abanicos y helados se ha disparado. Y es que cada año parece hacer más calor. Este agosto está siendo terrible, por lo menos donde yo vivo. A principio de mes dijeron que el Sol había aumentado su actividad… ¡Uf! parece que la estamos sufriendo.

Cuando yo era pequeño, en los años 60, el mundo se estaba helando, se aproximaba una nueva era glacial. No sé de dónde lo sacamos, supongo que de las noticias de la radio, pero un día recuerdo que en el colegio liamos una discusión de impresión ¿Se terminaría el mundo por congelación? Durante años la Tierra se había ido enfriando.

Hoy es al revés, llevamos 40 años calentándonos. Dicen que la culpa la tiene el ser humano por emitir CO2 a la atmósfera, aunque viendo los gráficos el sentido común nos dice que la culpa debe tenerla el Sol, lleva también 40 años aumentando su actividad. Los de CO2 afirman que eso es sólo una casualidad.

Lo cierto es que las temperaturas se han ido elevando desde que las vamos registrando, allá por 1880, así que la época helada que yo conocí, de ir con bufanda al colegio, fue sólo una racha de clima frío. Lo curioso es que desde ese mismo año de 1880 el Sol sigue cascándonos más fuerte. En esas fechas no emitíamos prácticamente nada de CO2.

Cuando han mirado en tiempos muy remotos, observando el hielo y las sedimentaciones, no han encontrado una correlación entre el aumento de CO2 y el aumento de la temperatura, sino al revés, aumenta la temperatura y unos 800 años después sube el CO2. Esto es debido a que cuanto más calor hace más se activan los sistemas de la Tierra que producen CO2, por ejemplo los volcanes y ese superproductor que es el mar.

Pese a todo la ciencia “oficial” sigue diciendo que el culpable es el ser humano. Amparados por esta ciencia se realizan negocios ultramillonarios. Los neodinosaurios anclados en la vieja idea de que cualquier teoría ecológica es cierta aunque carezca de pruebas, comienzan a reconocer la culpabilidad del Sol, pero argumentan que el CO2 también tiene algo que ver, así que a invertir más millones pase lo que pase, cuando se podrían haber gastado correctamente, por ejemplo impidiendo la desaparición de bosques y selva, la extinción de los animales, tomando medidas contra las sequías o evitando la contaminación que cada día nos asfixia más, y por cierto, nos hace tener menos hijos.

A principios de este año muchos científicos vieron la actividad del Sol y avisaron que nos podíamos ir preparando, por desgracia no les hicieron caso. Terremotos, volcanes en erupción, sequías, tornados y toda clase de catástrofes asolarían el planeta. La predicción se ha cumplido a la perfección hasta ahora. Al comenzar agosto observaron que el Sol todavía aumentaba más su actividad y pronosticaron que hasta final de año lo teníamos claro. Los del CO2 callan ante los datos.

Un físico llamado Thomas Samuel Kuhn afirmó muchas cosas sobre la ciencia que a los científicos les sentaron como un tiro, y le llovieron bofetadas por todos lados. Entre ellas que la ciencia se mueve por modas, no marcadas por el método científico, sino por la pasta, la política o las modas sociales ¡Tal afirmación era indignante! ¿La ciencia sujeta a las modas como la música? ¿Cómo las pasarelas de los modistos?

Existen muchos ejemplos, pero el caso del CO2 es tal vez el mejor ejemplo de sus propuestas. Una moda científica que nos puede resultar muy cara basada en un falso paradigma (el termino paradigma lo invento Khun). Si hubiéramos investigado más y mejor al Sol, realizado programas informáticos reales de predicción, tomado medidas para paliar los desastres, ahora no estaríamos en el atolladero de no saber muy bien qué hacer. Pero la moda es la moda.

¿Os acordáis cuando decían que la culpa del aumento de CO2 la tenían las vacas? Sus flatulencias recalentaban el planeta. También lo dijeron de los aviones, pues los motores emiten gran cantidad de CO2, aunque lo de los aviones lo borraron enseguida, sólo les faltaba a las compañías aéreas tener un enfrentamiento con los ecologistas, que se sembrara una oposición y bajaran los beneficios, así que eliminaron los aviones del problema y listo. Se realizaron todo tipo de afirmaciones científicas disparatadas, Luego se preguntan por qué la gente no se fía de la ciencia.

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