Terminaremos como Homer Simpson

Queda algo patente que me intranquiliza. No distinguen entre flúor y fluoruro. El flúor es una cosa y añadido a otra es fluoruro de esa otra cosa. Me lo enseñaron cuando era un chavalín en Primero de Bachiller. Hablan de lo bueno que es el flúor para los dientes como si se tratara de fluoruro de sodio.
¿Lo tendrá claro el gobierno? Me voy al Boletín Oficial del Estado; sí, ese boletín que todo el mundo se salta a la torera. En España únicamente esta permitido en la alimentación el flúor, el fluoruro de sodio y el de potasio. Según el real decreto 140/2003, de 7 de febrero el agua corriente tiene 1,5 mg por litro de fluoruro de sodio.
Por una décima de segundo un pensamiento cruza mi cabeza… si los empleados de una empresa y los funcionarios no saben distinguir y para ellos es todo flúor… ¿Algún bruto podría añadir fluoruro de silicio o de plomo por ser más barato? Lo descarto como absurdo. Como ya veréis ¡Que craso error cometí!
De momento sigo a lo mío. Abro el armario de la cocina. Con mucho miedo le doy la vuelta al bote de sal ¡Contiene 45 mg en 250 g de sal! Según los estudios de Eroski la media real de sal que tomamos al día es de 9,7 g lo que significa que sólo la sal me aporta 1,75 mg ¡Miedo me da almorzar en un bar y encontrar la tortilla salada!
Y cuando había escrito ya esto, vengo del super, han puesto una nueva sal, son paquetes de un kilo de sal fluorada y yodada, miro la etiqueta no pone el tanto por cien; sin comentario.
Si sumamos lo que he podido observar a simple vista al contenido de los alimentos y otras formas de que llegue a nuestro organismo no sé ni calcular la salvajada de flúor que estoy tomando al día.
Lo mínimo, mínimo, mínimo que llega a mi cuerpo: Según las estadísticas de media tomamos 2 litros de líquido al día, son 3 mg más los 1,75 de la sal, en total 4,75, excesivo para un hombre, para una mujer mucho más.
Si el flúor está en el agua y la sal no existe forma de escapar de él.
Mejor me hago una tila para tranquilizarme ¡Lo que faltaba! Si hierves el agua la acumulación de flúor llega hasta el 66% por la perdida de volumen del agua durante la ebullición. Tiene mucho más flúor un vaso de sopa que si llenas ese vaso de agua.
¿Te imaginas la cantidad que estaremos tomando al cocinar los alimentos? Llegará el día que si te haces un hervidito para cenar brillarás por la noche más que Homer Simpson cuando sale de su trabajo.