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domingo, 6 de marzo de 2011

¿Los egipcios grandes constructores? Simples aficionaos

Es de suponer que nuestro bien amado ministro de Fomento,
José Blanco, ha contado con los mejores expertos
del país para realizar las obras descomunales
Los faraones realizaron obras monumentales que hoy nos sorprenden. Pues eso no es nada comparado con las sorpresas que se van a llevar nuestros descendientes cuando vean lo que hemos liado en España; se van a quedar con la boca abierta. Además, si no nos aclaramos todavía para qué construyeron muchas cosas los egipcios, los humanos del futuro se preguntarán: ¿Y esto pa qué?

La ampliación del puerto de El Musel en Gijón es la mayor obra portuaria realizada hasta hoy en Asturias. Empezó con un presupuesto de 579 millones de euros, como no teníamos un euro el dinero se pidió prestado a organismos europeos, cuyo tipo de interés no he podido averiguar, y se terminó usando 715,6 millones. A saber cuánto ha costado en realidad. Por medio hay un jaleo de 60 millones, pero esa es otra historia. Nadie sabe con exactitud para qué se hizo la ciclópea ampliación. Primero que para el carbón, luego el biodiesel, luego que si el puerto se había quedado pequeño, también se decía que para residuos peligrosos, así que ahora se dice que para mejorar en general y en paz.

Lo de los aeropuertos aún desconcertará más a los arqueólogos del futuro. El de Ciudad Real costó 1.100 millones y también fue una obra descomunal. En su inauguración contaba con 300 empleados de los que sólo quedan siete para atender los tres vuelos que llegan a la semana ¿Para qué se construyó? De nuevo nadie lo sabe, que si como aeropuerto auxiliar de Madrid o por si nos tocaban las Olimpiadas. El diario francés Le Monde lo calificó como “una triste desviación de las finanzas públicas” bautizándolo “el aeropuerto fantasma”. Los medios de comunicación suizos y holandeses se lo pasaron pipa viendo y contando el despilfarro.

Tenemos también el enorme aeropuerto de León que se quedó sin cafetería por falta de clientes y perdió 86,77 millones en año pasado (el de Burgos 50,87 y el de Salamanca 31,13). Existen más casos de aeropuerto que no valen para nada, como el de Lérida, pero el caso del aeropuerto de Castellón hará que los científicos del futuro se rasquen la cabeza intentado comprender. Resulta que no se termina nunca y ya pierde dinero a manos llenas, entonces el Presidente de la Diputación, Carlos Fabra, ha afirmado que se inaugurará antes del 28 de marzo, para conseguirlo quiere reunirse con la empresa concesionaria del aeropuerto, como él es presidente de esa empresa (Aerocas), los científicos se preguntarán: ¿Se reunió Fabra consigo mismo?

Durante el 2010 el Gobierno subvencionó con más de 90 millones a las aerolíneas porque sino pierden dinero. Ya sabes, aunque nunca viajes en avión tus impuestos sirven para que empresas particulares ganen dinero. Entre lo que costaron, lo que pierden y las subvenciones, es imposible calcular cuántos millones pagamos por estas obras enormes. Como decía Superratón “no se vayan todavía, aún hay más”, porque las obras “menores” tampoco tienen desperdicio.

En Moncada, Valencia, se comenzó en 2003 a construir la Ciudad de la Pelota. Costaba 10 millones y debía terminarse en 2006. Aún están los vecinos esperando que la terminen. Eso sí, para septiembre del año pasado corrieron a dejar lo mínimo aseado para inaugurarla a toda prisa. Iba a ser la Catedral de la Pelota, una edificación enorme con zona de aparcamiento, frontones de todo tipo, un gran gimnasio, oficinas para la federación, cafetería, restaurante, centro social, etc. A fecha de hoy es un edificio sin terminar y mal comunicado, ni autobuses ni una línea de Metro decente. Igual los científicos del futuro se preguntarán si dejar edificios impresionantes a medio terminar pertenecía a un rito religioso.

Para que nadie diga que los egipcios hacían estatuas más grandes que las nuestras, también las construimos gigantescas, y para no variar son carísimas. En el aeropuerto de Castellón se colocará una estatua de 24 metros de alto que ha costado 300.000 euros. Nadie sabe qué cosa representa la estatua, aunque los mal pensados dicen que es al propio Fabra. Otro enigma enigmático que deberán desvelar los científicos del futuro.

Podría seguir enumerando obras, edificios y construcciones disparatadas, pero creo que ya he puesto bastantes ejemplos. En esto se han ido muchos millones, pero muchos, de euros que no teníamos y pedimos vete a saber a qué tipo de interés. Como no dan beneficios toca sacar el dinero de los impuestos para pagarlos. A Europa le hemos dado tantos sablazos que ya no se fía de nosotros, ahora le pedimos dinero a China o Arabia y la deuda sigue creciendo y creciendo sin parar ¿Llegarán a comprender los científicos del futuro por qué lo hicimos?

2 comentarios:

Piedra dijo...

No está claro que la intencionalidad principal de las pirámides egipcias fuese servir de tumba, pero está claro que la finalidad de todas estas obras si es dilapidar millones, que no tenemos, para así desviar unos pocos por el camino.

Anónimo dijo...

El motivo de los aeropuertos es bien sencillo:
Poder presentar unas cuentas en las que Aena resultara deficitaria para así poder privatizarla sin que nadie mueva su culo sel sillón.