¡Desobediencia civil! El nuevo grito de los esclavos

Cuando Abraham Lincoln fue a pedir dinero prestado para la guerra incluyó las previsiones para sostener a la gran cantidad de esclavos de los estados del sur, los banqueros le dieron una solución: Libérelos, le saldrá más económico contratarlos que mantenerlos como esclavos. Con esta mentalidad los bancos han dominado las sociedades.
A un esclavo hay que comprarle ropa, comida, construirle alojamiento y mantenerlo sano porque es caro comprar otro. A un empleado le pagas algo al mes y ya se apañará, si enferma contratas a otro. Este nuevo tipo de esclavitud es la de hoy.
Desde siempre los esclavos se han revelado, por lo tanto era de esperar que los esclavistas hubieran ideado tácticas para impedirlo o minimizar los daños. Parece que eso ha ocurrido en Europa estos últimos meses, huelgas, manifestaciones y protestas no han logrado que los gobiernos hagan marcha atrás. La crisis deben pagarla los trabajadores.
Al comprobar que las demostraciones en la calle no han tenido ningún éxito, los esclavos se han puesto a pensar… ¡Uhm! ¿Qué podríamos hacer? Alguien reflexionó: Si al capitalismo lo único que le interesa es el dinero, deberíamos atacarle precisamente ahí ¿Pero cómo?
La primera iniciativa ha surgido en Francia, el 7 de diciembre los franceses irán a los bancos y retirarán todo el dinero de las cuentas. Era de esperar que a más de uno le temblaran las piernas ante esta idea, la más temida por los bancos. Algunos economistas han escrito artículos intentando frenarla, pero los esclavos no hacen caso y siguen con ella.
No sé las cifras de otros países pero a los 5 millones de parados españoles y a los 10 millones que viven en la pobreza, les falta muy poco para alcanzar el índice de la desesperación y que nada les importe. No son precisamente los que más dinero tienen, pero si se unen pueden causar un verdadero caos financiero. Imaginaros, además, las colas, las discusiones y el desorden que se puede crear ese día.
La iniciativa cuenta con planes para tranquilizar a los que sí tienen dinero, desde no invertir en nada (bonos, fondos de inversión, etc.) hasta dejar de usar las tarjetas de crédito y debito. Y hay más, muchos más.
De momento los franceses apuntados a este movimiento superan los 10.000 individuos y ya tienen un himno, una canción de Keny Arkana llamada “Desobediencia civil”, un grito que cada día se expande más por esta Europa desangrada por el feroz neoliberalismo. Veremos en qué queda todo esto.
Enlaces al movimiento en Francia y en España. Podrás encontrar en ellos los enlaces a otros países, artículos, vídeos y más material.