Analizer

domingo, 1 de agosto de 2010

Ponga una soja en su vida

Llegará que en el día de la madre regalaremos un ramo de sojas y en San Jordi una soja y un libro. Entras en Mercadona y ves enseguida Tofu, brotes de soja, yogurt de soja, salsa de soja, leche de soja, soja de soja y soja con soja, soja por todos lados y para todo. Con ella se hace también alimento para el ganado, margarina, lubricantes industriales, aceites y pinturas.
¿La soja tiene propiedades mágicas? Para los accionistas de Monsanto más que mágicas son milagrosas porque esta empresa se está forrando al ser la dueña del 90% de la soja de este planeta.
Los listos de Monsanto crearon un herbicida, el Roundup, luego tocaron los genes de la soja para hacerla inmune al producto químico y a base de marketing la vendieron como la solución a todos los problemas del mundo. Iba a ser incluso el combustible del futuro, el biodiesel, ese carburante que no se usará jamás mientras tengamos petróleo.
Con la excusa del biodiesel se talaron bosques para plantar soja y los campesinos dejaron sus cultivos tradicionales. Monsanto compró empresa tras empresa haciendo desaparecer las semillas de soja natural. Cuando su soja invadió los campos del mundo se dijo que el biodiesel no podía funcionar y la lanzó al mercado en miles de productos.
No se trató de crear una planta que acabara con el hambre en el mundo, la soja de Monsanto sólo resiste el Roundup, no el frío, el calor, la sequía o el viento.
Si los transgénicos pueden tener peligro el Roundup ha demostrado sobradamente que lo tiene. El intento por ocultarlo fue sonado, falsificándose informes científicos, el más celebre decía: “… se tomaron muestras de los úteros de conejos machos”.
A la soja transgénica se añadieron otras semillas como el arroz o el maíz y continúa la lucha de Monsanto por dominar la base de la alimentación mundial. Europa se resiste un poco, pero los otros continentes han perdido la batalla. Ya existen países que sólo pueden sembrar soja de Monsanto.
Bueno, como hoy es domingo me he comido una paella “natural” antes de que los pollos y conejos, además de llevar hormonas para parar un tren, estén alimentados con pienso de Monsanto, las verduras y el arroz sean de una patente de Monsanto, el agua y la sal tengan flúor y los caracoles hayan comido soja de Monsalto.
¡¡¡Glup!!! Termino de mirar la sal de Mercadona… lleva flúor.
Si quieres leer una entrevista con la autora del vídeo pincha aquí.

1 comentario:

Jorge Díaz Martínez dijo...

Investiga Chemtrails. Verás.