¡Descubierta otra vez la Atlántida en el sitio de siempre!

Era yo un chavalín y ya se decía que habían descubierto la Atlántida en Doñana, porque los restos que se encuentran allí se conocen desde los tiempos de la picor. Años más tarde, en 1996, el satélite Eurosat mostraba la foto de una posible ciudad circular en las inmediaciones de Hinojos que enseguida se asoció con la Atlántida. En 2004 salió un alemán llamado Rainer Kühne diciendo lo mismo. Al final tanto insistir sobre la existencia de una ciudad en Doñana tuvo su resultado, el Centro Superior de Investigaciones Científicas comenzó en 2005 una investigación que duró hasta 2008. Al año siguiente se realizaron nuevos intentos, esta vez para hallar restos.

La prensa se lanzó a afirmar que se estaba buscando la Atlántida en Doñana, pero el responsable de la investigación, Sebastián Celestino Pérez, se encargó de enfriar los ánimos, el hombre estaba molesto con el tratamiento sensacionalista de la prensa. En realidad se trataba de “comprobar si en esa zona de la Marisma pudo haber asentamientos humanos y en qué época”. Los resultados fueron decepcionantes, no existía la superciudad y los restos eran de la época calcolítica, entre 2.500 a 1.800 a. C. Desilusión general y el tema se dejó.

El mito de la Atlántida no morirá nunca y la memoria humana es muy corta. Toda la investigación del CSIC ha sido olvidada ante los titulares de estos días, de nuevo: “Hallada la Atlántida en Doñana”. Ahora el que la ha montado gorda es director del Centro de Maurice Greenberg de Estudios Judaicos, Richar Freund, y no es la primera vez que la monta. En 2004 anunció que había encontrado sorprendentes pistas para hallar el tesoro del Templo de Jerusalén; tesoro que todavía estamos esperando ver.

Eso si, Freund lo que hace enseguida son documentales de impresión, no por su valor científico, sino por el presupuesto. Para el jaleo que montó con el tesoro se hicieron tres documentales pagados por la Universidad de Betsaida, a los que acompañó, como debe ser, con un libro. El de la Atlántida se lo paga, nada más y nada menos, que el National Geographic. La campaña de publicidad ha sido impresionante a nivel mundial, va a vender copias del documental como churros.

Los canales que rodeaban a la mítica ciudad, encontrarlos, precisamente encontrarlos, pues no los ha encontrado, así que dice que están enterrados. Su principal argumento es que se trata de una ciudad circular con más de una muralla que fue destruida por un tsunami que llegó hasta 90 kilómetros hacia el interior. Según Freund los supervivientes construyeron otras ciudades circulares como recuerdo a la Atlántida, y está dispuesto a encontrarlas por toda España. Digo yo que alguien debería decirle a este hombre que no hace falta que las busque, dimos con ellas hace ya mucho, los iberos tenían la costumbre de hacerlas así.

Ahora a esperar el libro, las conferencias, los programas de televisión y a ganar pasta a montón. ¿Cuál será el próximo descubrimiento de Freund? Usando mis dotes de vidente me adentro en el futuro, sea lo que sea, será otro descubrimiento prodigioso y espectacular.