Analizer

jueves, 30 de diciembre de 2010

Dios los creó a nuestra imagen y semejanza

¿Os acordáis del pronóstico que hice sobre la evolución humana? Decía que de encontrarse restos humanos antiquísimos fuera de la zona entre África y Oriente Medio, palmo más palmo menos, no tardaría en aparecer la noticia de que allí se habían encontrado otros más antiguos; pues bien, ha sucedido. En Israel han encontrado los restos de Homo sapiens más antiguos que se conocen, ocho dientes de 400.000 años de antigüedad. Los titulares de los periódicos son espectaculares: “Un hallazgo sitúa la cuna de la humanidad en Israel” y cosas semejantes.
Los creacionistas están dando saltos de alegría. Dios creó al hombre en Israel, donde se escribió el Antiguo Testamento, y desde entonces no ha evolucionado ni un pelo, porque según Israel Hershkovitz, autor del artículo que los ha dado a conocer: "Si les pusieras traje y corbata, hubiera sido casi imposible distinguirlos de un ejecutivo de hoy". Estas palabras han hecho resonar las risas por toda la red.
Por si existe duda de los tintes religiosos de la noticia Juan Luis Arsuaga, uno de los jefazos de Atapuerca ha declarado: “A mí me parece interesante la hipótesis de Israel por la carga religiosa que conlleva. Es bonito que los verdaderos Adán y Eva vivieran allí”. Para mí que a este hombre le ha traicionado el inconsciente. No podemos olvidar que los encargados de las investigaciones en Atapuerca llevan varios años diciendo que los spiens somos originarios de Medio Oriente, eso sí, con las mismas pruebas que tenemos de que Asterix y Obelix existieron y lucharon contra los romanos. Que peligro tiene juntar ciencia y religión.
Como ahora España es la número uno en esto de analizar restos humanos prehistóricos, los dientes fueron enviados al equipo de Atapuerca, cuyas conclusiones no son precisamente la que están diciendo los titulares de los periódicos y plantean muchas dudas: puede tratarse de una especie nueva, un tipo de neandertal nunca visto muy similar al sapiens, o de un presapiens porque resulta que no son idénticos a los sapiens que conocemos; vamos que no saben a quién pertenecen los dientes, además, siempre que estos dientes sean genuinos, porque es otra, fueron hallados en la cueva de Qesem, famosa por sus siempre sorprendentes restos que han hecho sospechar a más de un especialista sobre su autenticidad. La ciencia sabe por experiencia que los descubrimientos extraordinarios y siempre en el mismo sitio son muy dudosos. No olvidemos que falta por documentar con claridad cómo se encontraron los polémicos dientes.
El los últimos años cada vez aparecen más descubrimientos que alejan el origen de la humanidad de aquella zona, por eso los especialistas no acaban de creerse esta supernoticia. Para Paul Mellars, de la Universidad de Cambridge, podrían ser neandertales y no de hombres modernos pues “es una posibilidad muy tenue y francamente, más bien remota”. Sin un cráneo, la verdad, no existe especialista que se atreva a afirmar que esos dientes son de sapiens, pero como la cueva de Qesem es la cueva milagro, seguro que aparece uno ¿Nos apostamos algo?
Dan lo mismo investigaciones rigurosas o discusiones científicas, la noticia ha salido a lo grande en los medios de comunicación y ya no hay quien la pare, para el público el hombre fue creado en Israel como bien dice el Antiguo Testamento. Esto de averiguar nuestros orígenes al final se ha transformado más en un tema religioso y político que en científico.

2 comentarios:

Piedra dijo...

"Si les pusieras traje y corbata, hubiera sido casi imposible distinguirlos de un ejecutivo de hoy"
En eso creo que lleva mas razón de la que él mismo querría, pero yo no lo limitaría a los ejecutivos...

En cuanto a Arsuaga es un gustazo que seamos de lo mejor del mundo en algo que dé vergüenza. ;P

Y sobre los integristas religiosos, los sigo prefiriendo a los nuevos mesias que nos quieren situar el la probeta de un "reptilineo" de "Raticulin"

Unknown dijo...

jajajajajaja ¡Qué bueno lo de los ejecutivos!

¡Puf! Es que la ciencia está plagada de religión y política.