Con esto del 11S uno se encuentra al final más desorientado que Adán el día de la madre ¿Es cierta la versión oficial? Los informes tienen tantos huecos que parecen el anuncio aquel de “Vndo tclado d ordnador qu l falla una tcla”, los lees y les falta aclarar muchas cosas. Ante esto es normal que la gente desconfíe. Yo el primero.
También existe otro motivo para desconfiar. A lo largo de la historia de los Estados Unidos se ha producido la constante de nunca ser los agresores, siempre les han atacado por la espalda, acciones traidoras que les han obligado a entrar en guerra. Posteriormente les ha tocado reconocer que fueron ellos mismos, que nunca ocurrieron los hechos o que habían provocado el ataque para luego no impedirlo. Esta parte de su historia no sale en las películas precisamente.
Aunque los acontecimientos que os voy a contar no demuestran que el 11S sea un autoatentado creo que no está demás conocerlos para formarse una opinión.
Siendo aún una colonia inglesa empezaron intentando echarle la culpa a los indios en su primer acto terrorista. En 1773 un grupo de colonos se disfrazaron de indios y atacaron tres barcos en Boston arrojando su cargamento por la borda. Como entonces no se creaban comisiones de investigación, el rey Jorge III no se dejó engañar. Tras la trifulca comenzó la Guerra de la Independencia.
La guerra de 1812-1816 contra Inglaterra se declaró porque los taimados ingleses habían adoctrinado a los indios. El cacique Tecumseh atacó a traición en Tipecannoe a la columna militar del general William Henry Harrison, que llevaba más soldados que indios había en toda Norteamérica. Harrison se defendió fieramente, en especial contra los ancianos, mujeres y niños, despoblando los territorios que después se quedó y los puso a su nombre.
Los militares ingleses no habían visto a estos indios ni en pintura. No obstante, el héroe de Tipecannoe transformó su masacre en un acto heroico nacional contra Inglaterra y en 1841 llegó a presidente.
El conflicto con México de 1846-1848 empezó cuando 1.600 malévolos mexicanos tendieron una emboscada y atacaron a traición a una patrulla de 63 estadounidenses que paseaban por allí inocentemente. No dijeron más mexicanos porque con lo difícil que resulta esconder a tanta gente para hacer la emboscada… como para exagerar más la cifra. El presidente James K. Polk gritó indignado: “Sangre estadounidense ha sido derramada en suelo estadounidense...” y comenzó una guerra tan desigual como amañada.
Lo que no se suele contar en voz alta es que la guerra contra México escondía oscuros planes. Los mexicanos se quedaron de piedra cuando El Heraldo de Nueva York publicó un documento secreto en donde se decía que habían comprado al presidente Santa Anna para que no luchara demasiado, asegurándole 10 años de mandato en los que debía dividir México para después ir cediéndolo poco a poco a los Estados Unidos. Era el primer paso para dominar todo el continente, por suerte el curso de la historia tomó otros caminos.
El 15 de febrero de 1898 los españoles en un acto terrorista hundieron el acorazado Maine en la bahía de La Habana comenzando la intervención oficial de los Estados Unidos en la Guerra de Cuba. Los conspiranóicos y antisistema españoles, que entonces como no tenían todavía Internet conspiraban con los amigos leyendo los periódicos en un bar o charlando en un café, acusaron a Estados Unidos de haber hecho un autoatentado.
Se abrió una comisión de investigación, inmediatamente descubrieron cómo llevaron a cabo el pérfido ataque los españoles, un soldado soltando hilo había acercado una mina hasta el barco. Más de un congresista dijo: ¿Eihn? Se aclaró mucho más la cuestión, no fue un soldado, fueron por lo menos dos, tampoco fue con un hilo, fue con una cuerda. Que los hierros del agujero estaban hacia fuera en vez de hacia dentro se consideró un pequeño detalle, la comisión no podía estar en todo.
También existe otro motivo para desconfiar. A lo largo de la historia de los Estados Unidos se ha producido la constante de nunca ser los agresores, siempre les han atacado por la espalda, acciones traidoras que les han obligado a entrar en guerra. Posteriormente les ha tocado reconocer que fueron ellos mismos, que nunca ocurrieron los hechos o que habían provocado el ataque para luego no impedirlo. Esta parte de su historia no sale en las películas precisamente.
Aunque los acontecimientos que os voy a contar no demuestran que el 11S sea un autoatentado creo que no está demás conocerlos para formarse una opinión.
Siendo aún una colonia inglesa empezaron intentando echarle la culpa a los indios en su primer acto terrorista. En 1773 un grupo de colonos se disfrazaron de indios y atacaron tres barcos en Boston arrojando su cargamento por la borda. Como entonces no se creaban comisiones de investigación, el rey Jorge III no se dejó engañar. Tras la trifulca comenzó la Guerra de la Independencia.
La guerra de 1812-1816 contra Inglaterra se declaró porque los taimados ingleses habían adoctrinado a los indios. El cacique Tecumseh atacó a traición en Tipecannoe a la columna militar del general William Henry Harrison, que llevaba más soldados que indios había en toda Norteamérica. Harrison se defendió fieramente, en especial contra los ancianos, mujeres y niños, despoblando los territorios que después se quedó y los puso a su nombre.
Los militares ingleses no habían visto a estos indios ni en pintura. No obstante, el héroe de Tipecannoe transformó su masacre en un acto heroico nacional contra Inglaterra y en 1841 llegó a presidente.
El conflicto con México de 1846-1848 empezó cuando 1.600 malévolos mexicanos tendieron una emboscada y atacaron a traición a una patrulla de 63 estadounidenses que paseaban por allí inocentemente. No dijeron más mexicanos porque con lo difícil que resulta esconder a tanta gente para hacer la emboscada… como para exagerar más la cifra. El presidente James K. Polk gritó indignado: “Sangre estadounidense ha sido derramada en suelo estadounidense...” y comenzó una guerra tan desigual como amañada.
Lo que no se suele contar en voz alta es que la guerra contra México escondía oscuros planes. Los mexicanos se quedaron de piedra cuando El Heraldo de Nueva York publicó un documento secreto en donde se decía que habían comprado al presidente Santa Anna para que no luchara demasiado, asegurándole 10 años de mandato en los que debía dividir México para después ir cediéndolo poco a poco a los Estados Unidos. Era el primer paso para dominar todo el continente, por suerte el curso de la historia tomó otros caminos.
El 15 de febrero de 1898 los españoles en un acto terrorista hundieron el acorazado Maine en la bahía de La Habana comenzando la intervención oficial de los Estados Unidos en la Guerra de Cuba. Los conspiranóicos y antisistema españoles, que entonces como no tenían todavía Internet conspiraban con los amigos leyendo los periódicos en un bar o charlando en un café, acusaron a Estados Unidos de haber hecho un autoatentado.
Se abrió una comisión de investigación, inmediatamente descubrieron cómo llevaron a cabo el pérfido ataque los españoles, un soldado soltando hilo había acercado una mina hasta el barco. Más de un congresista dijo: ¿Eihn? Se aclaró mucho más la cuestión, no fue un soldado, fueron por lo menos dos, tampoco fue con un hilo, fue con una cuerda. Que los hierros del agujero estaban hacia fuera en vez de hacia dentro se consideró un pequeño detalle, la comisión no podía estar en todo.
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