Cuesta creer, la verdad, en la existencia de una organización secreta que quiere dominar el mundo, más si se nos dice que lo está intentando desde hace siglos. No obstante, cuando estudias la historia, en especial la de los últimos 300 años, te empieza a invadir una extraña sensación.
No podemos negar la existencia de conspiraciones, las hemos visto a lo largo de la historia tanto a nivel local o nacional, en los más diversos ambientes sociales, políticos o militares, por lo tanto tampoco se puede excluir que lleguen a existir a nivel mundial con el fenómeno de la globalización ¿Pero organizada desde hace varios siglos? Se necesitaría haber mantenido esa conspiración pasándola de una generación a otra. Un grupo de personas puede crear una conspiración pero convencer a sus descendientes para que la mantengan y estos a su vez a los suyos hasta llegar a nuestros días se hace muy difícil de creer ¿O no?
Con diversas variaciones los valores humanos (amor, compasión, caridad, etc.) han pervivido a lo largo del tiempo y las civilizaciones. Los seres humanos pensamos que son valores universales compartidos por todos y en ellos basamos nuestra sociedad, pero hay una pega, un 6% de los humanos jamás ha poseído estos valores, son los llamados “seres sin alma” son los psicópatas, personas carentes de remordimientos, conciencia y empatía hacia sus semejantes.
Estamos acostumbrados a ver psicópatas relacionados con los asesinos en serie, pero la inmensa mayoría de ellos jamás matan a nadie, limitándose a buscar sus objetivos sin salirse de la ley (más o menos) pero de una forma despiadada y cruel.
El psicólogo Andrew M. Lobaczewski propuso una interesante teoría llamada patocracia, según la cual con el paso de los años los psicópatas van acumulando poder, debido a su falta de escrúpulos, apartando a los humanos normales de los puestos que dirigen nuestra sociedad hasta llegar a dominarla. Desde luego no parece una idea descabellada.
Si queréis profundizar aquí se puede leer un extenso y profundo artículo sobre la patocracia. Os recomiendo también este video como introducción al tema.
No podemos negar la existencia de conspiraciones, las hemos visto a lo largo de la historia tanto a nivel local o nacional, en los más diversos ambientes sociales, políticos o militares, por lo tanto tampoco se puede excluir que lleguen a existir a nivel mundial con el fenómeno de la globalización ¿Pero organizada desde hace varios siglos? Se necesitaría haber mantenido esa conspiración pasándola de una generación a otra. Un grupo de personas puede crear una conspiración pero convencer a sus descendientes para que la mantengan y estos a su vez a los suyos hasta llegar a nuestros días se hace muy difícil de creer ¿O no?
Con diversas variaciones los valores humanos (amor, compasión, caridad, etc.) han pervivido a lo largo del tiempo y las civilizaciones. Los seres humanos pensamos que son valores universales compartidos por todos y en ellos basamos nuestra sociedad, pero hay una pega, un 6% de los humanos jamás ha poseído estos valores, son los llamados “seres sin alma” son los psicópatas, personas carentes de remordimientos, conciencia y empatía hacia sus semejantes.
Estamos acostumbrados a ver psicópatas relacionados con los asesinos en serie, pero la inmensa mayoría de ellos jamás matan a nadie, limitándose a buscar sus objetivos sin salirse de la ley (más o menos) pero de una forma despiadada y cruel.
El psicólogo Andrew M. Lobaczewski propuso una interesante teoría llamada patocracia, según la cual con el paso de los años los psicópatas van acumulando poder, debido a su falta de escrúpulos, apartando a los humanos normales de los puestos que dirigen nuestra sociedad hasta llegar a dominarla. Desde luego no parece una idea descabellada.
Si queréis profundizar aquí se puede leer un extenso y profundo artículo sobre la patocracia. Os recomiendo también este video como introducción al tema.
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