Cuando leo las diferentes teorías sobre conspiraciones siempre me salta la duda de si los autores saben realmente contra qué personajes se enfrentan. En los foros de discusión suelen leerse frases como “no tienen vergüenza” o “son unos canallas” por no citar otras mucho más fuertes.
Antiguamente antes de la batalla una de las mayores preocupaciones de los generales consistía en saber quién dirigía las tropas enemigas. Desde los tiempos más remotos en las academias militares se enseñaba que existía un tipo de militar muy particular, recibió muchos nombres, el más común era el de “sanguinarios”, en tiempos de Napoleón se les conocía como “locos sin delirio” y más tarde “locos sin moral”.
Fríos y calculadores eran capaces de sacrificar a sus propios hombres, no dudaban en usar cualquier medio a su alcance para obtener la victoria. Se les temía más que a ningún otro pero también se sabía como derrotarlos, no soportaban ver frustrados sus planes, si se conseguía con algunos movimientos estratégicos se alteraba su sentido de la realidad y cometían errores increíbles perdiendo una batalla ya ganada, llegando en ocasiones a abandonar a sus hombres a media batalla e irse sin más.
La psicología puso al final un nombre a estos individuos: Psicópatas. Pronto descubrió que se encontraban en los puestos líderes de la sociedad. En palabras de Andrew M. Lobaczewski, uno de los mayores expertos:
… afectan a una sociedad entera, comenzando con los líderes, infiltrando toda ciudad, negocio e institución. La estructura social patológica gradualmente cubre el país entero, creando una “nueva clase” dentro de esa nación.
Lobaczewski realizó su estudio a mitad del siglo pasado, hoy podríamos sustituir la palabra “nación” por “mundo” para comprender el fenómeno de la globalización. Podéis encontrar su libro aquí.
Pero antes de seguir con este tema os recomiendo ver estos dos videos del psicólogo Pablo Antivero.
Antiguamente antes de la batalla una de las mayores preocupaciones de los generales consistía en saber quién dirigía las tropas enemigas. Desde los tiempos más remotos en las academias militares se enseñaba que existía un tipo de militar muy particular, recibió muchos nombres, el más común era el de “sanguinarios”, en tiempos de Napoleón se les conocía como “locos sin delirio” y más tarde “locos sin moral”.
Fríos y calculadores eran capaces de sacrificar a sus propios hombres, no dudaban en usar cualquier medio a su alcance para obtener la victoria. Se les temía más que a ningún otro pero también se sabía como derrotarlos, no soportaban ver frustrados sus planes, si se conseguía con algunos movimientos estratégicos se alteraba su sentido de la realidad y cometían errores increíbles perdiendo una batalla ya ganada, llegando en ocasiones a abandonar a sus hombres a media batalla e irse sin más.
La psicología puso al final un nombre a estos individuos: Psicópatas. Pronto descubrió que se encontraban en los puestos líderes de la sociedad. En palabras de Andrew M. Lobaczewski, uno de los mayores expertos:
… afectan a una sociedad entera, comenzando con los líderes, infiltrando toda ciudad, negocio e institución. La estructura social patológica gradualmente cubre el país entero, creando una “nueva clase” dentro de esa nación.
Lobaczewski realizó su estudio a mitad del siglo pasado, hoy podríamos sustituir la palabra “nación” por “mundo” para comprender el fenómeno de la globalización. Podéis encontrar su libro aquí.
Pero antes de seguir con este tema os recomiendo ver estos dos videos del psicólogo Pablo Antivero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario