El pasado ya no es lo que era

Neandertal según los últimos datos científicos

Ríete de lo que se decía sobre las primeras construcciones realizadas por el ser humano. Hasta hace poco se discutía si tenían 7.000 u 8.000 años, pues los griegos han encontrado en el centro de su país, en Tesalia, un muro de 23.000 años de antigüedad. Estos griegos no paran de sorprendernos. Hace unos días nos hicieron saber que en Creta se habían encontrado hachas de hace 130.000 años. La isla esta separada del continente por unos 100 kilómetros, por lo tanto los hombres primitivos debían saber navegar, lo que indica que no eran tan primitivos.

Los descubrimientos se producen de un modo tan acelerado que la ciencia no puede absorberlos. Apenas surge una teoría aparecen nuevos hallazgos que la tumban. Me encanta esta época en que todo se replantea de nuevo, y lo que la simple lógica hacía preveer se está descubriendo como cierto frente a algunas doctas opiniones.

Recuerdo un artículo que casi me convence de que el Neandertal y el Sapiens jamás se habían cruzado, el hombre había llegado a esta conclusión tras un increíble y minucioso análisis de los dientes. Luego apareció la investigación sobre el ADN y resulta que como mínimo hemos heredado del 1 al 4% de los neandertales, lo que indica que sí se cruzaron. Adiós al análisis de los dientes. También se crearon complejas teorías psicológicas que afirmaban la imposibilidad de que un grupo se juntara con el otro. Se trataba de una barrera imposible de saltar.

La teoría psicológica ha sido modificada para afirmar que nos juntamos pero poquito y siempre pacíficamente, pese a que los investigadores del ADN afirman que es un estudio todavía muy básico y tal vez la herencia llegue al 20%. Esas uniones nos las presentan dentro de un mundo idílico de acuerdo con nuestro pensamiento actual de lo políticamente correcto, pero la realidad es que tanto los neandertales como los sapiens eran más brutos que Panera.

Algo está claro en la historia, una y otra vez los humanos han ido a cascarles a los vecinos para apoderarse de sus bienes, y las mujeres han pagado el pato siempre, siendo raptadas y violadas, o al revés, o todo al mismo tiempo. Si podemos pensar que una neandertal era feísima para un sapiens, cosa que jamás ha impedido a una mujer ser violada durante una guerra, imaginad lo que le atraería a un hombre neandertal una rubia despampanante sapiens o un pedazo de morenaza. Vamos, lo de Troya iba a ser una bagatela al lado de lo que haría por conseguirla. Me da que las teorías psicológicas no están muy acertadas.

No hace mucho, los neandertales eran presentados como poco más que primates que sólo sabían hacer cuatro cosas, ahora resulta que honraban a sus muertos, usaban cosméticos, conchas para hacerse adornos, fabricaban flautas y por lo tanto conocían la música, cocinaban verduras y pescaban, siendo más avanzados que los sapiens, de hecho estos pudieron aprender muchas cosas de sus primos considerados más atrasados hasta hace bien poco.

Si teníamos un buen el lío entre neandertales y sapiens faltó la llegada del hombre de Flores, del que se han encontrado más huesos y un pariente suyo un poco más alto en una isla de al lado. La primavera pasada vino el hueso encontrado en Filipinas, concretamente en el Callao, con 67 mil años de antigüedad, de un sujeto del tamaño similar al de Flores y que también demuestra que ya entonces se conocía la navegación. El desconcierto total llegó con los restos encontrados en Sibera de un nuevo humano que ni es de un grupo ni de otro y que se extendió hasta Asia ¿Al final que sabemos del pasado? La verdad es que muy poco.

Cuando por lo menos parecía quedar claro que el sapiens había nacido en África, los chinos tumbaron esta teoría al demostrar que poseían una mandíbula de sapiens con al menos 110 mil años. El cabreo de los occidentales fue de impresión, no se tardó en encontrar unos dientes en Israel que los análisis han demostrado que son de todo menos sapiens, aunque se han intentado hacer pasar por sapiens, porque sino los chinos no sólo tumban la teoría de África, sino también las ideas religiosas disfrazadas de ciencia que defienden que el ser humano moderno se creo donde dicen las tres grandes religiones.

Tiempos extraños estos donde los datos científicos están derribando lo que hasta ahora eran hechos inamovibles. El pasado no es lo que era, pero no sólo ese pasado lejano de miles de años, también el del reciente pensamiento en el que la creencias religiosas se nos presentaron como ciencia.