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viernes, 27 de agosto de 2010

De 65 millones a tenerlos que buscar con una lupa

En España, como nos gusta llevar la contraria, se afirmaba en esa época que no había descendido el número de espermatozoides, la media española era de 65 millones, éramos de puro macho. Se citaban las cifras del Laboratorio de Investigaciones Seminológicas de Barcelona que entre 1960 y 1996 atendió a 20.411 hombres sin encontrar un deterioro en el semen, lo que confirma indirectamente las conclusiones de la Universidad de Illinois, porque las madres de esos hombres no habían incluido el yodo en la dieta, en España se comenzó a añadir a la sal en 1983.
Como predecía la investigación de Illinois las generaciones españolas nacidas a partir de 1983 han alcanzado hoy la edad de reproducción y su semen está bajo mínimos. El 60% de los jóvenes tienen problemas con sus espermatozoides.
La OMS aboga por la yodación universal de la sal, tela marinera. Lo incomprensible es que la OMS y UNICEF nos felicitan por el consumo optimó de los españoles y nos incentiva a que se añada en la dieta más, mucho más, hasta el doble del actual.
El yodo se ha añadido al pienso del ganado vacuno para que tomemos yodo con la leche, ahora se están haciendo planes para introducirlo en la cadena de la industria alimenticia.
Como el bocio y el cretinismo ya no son un problema ahora los responsables españoles de sanidad han lanzado una nueva amenaza, o tomas yodo o tu hijo nacerá medio tonto.
Las madres deben tomar cantidades superiores a las recomendadas por la OMS, incluso antes de ser madres para que en el momento del embarazo las pille bien yodadas, durante la lactancia más yodo, más, más… Eso sí, tiene que ser de la marca Yoduk, sólo de la marca Yoduk, las otras no son buenas (luego os lo cuento).
¿Nos hemos vuelto locos o qué? No pararán hasta que el espermatozoide español sea una especie en peligro de extinción.
Se amontonan los estudios que advierten sobre el peligro de esta yodada increíble sin que nadie les haga caso. Y esos estudios no son precisamente hechos por el ayudante de farmacia de mi pueblo.
A principios de este año la revista Epidemiology publicaba la investigación realizada con 1844 embarazadas de Guipuzcoa, Valencia y la ciudad de Sabadell. El estudio duró del año 2004 al 2008 ¿El resultado? Pues el que era de esperar:

…las embarazadas que consumían 200 o más mcg de yodo diarios en suplementos tenían un mayor riesgo de presentar niveles elevados de hormona tiroestimulante (TSH), indicadores de una posible disfunción tiroidea.

Como sabemos, si la tiroides no funciona bien a la larga algo va a ir mal, aunque tarde en producirse 1, 5, 10, 15 o 20 años. La OMS recomienda 250 mcg y los especialistas españoles sin límite, de Yoduk, claro está. El equipo de investigación escribía algo que es de lógica común:

Debería realizarse una vigilancia epidemiológica del estado nutricional de yodo en la población antes de hacer una recomendación sistemática de tomar suplementos de yodo durante el embarazo. Y sobre todo, fomentar el consumo universal de sal yodada para asegurar una nutrición de yodo adecuada mucho antes del embarazo.

¿Conoces de algún producto químico que sea bueno tomarlo en exceso? Anda, di uno, va valiente dime uno. Todo en su justa medida, está bien yodar un poco la sal, pero un poco ¿Por qué están forzando a que tome un exceso de yodo una embarazada? ¿Por qué un bebé durante la lactancia a través de la leche?
Algunos investigadores señalan que incluso las cifras de yodo mínimo son un disparate, de ser ciertas la humanidad habría desaparecido hace miles de años por falta de yodo o incluso no hubiera existido jamás.
En Finlandia, donde no se consume prácticamente yodo de forma artificial, el 90% de los hombres sobrepasan los 50 millones de espermatozoides, el bocio no es un problema y la media intelectual es de las más altas. Aunque les queda poco, han introducido la sal yodada en el mercado y les están diciendo que tomen más.
Los judíos no usan la sal con yodo debido a que es el símbolo del carácter eterno de la alianza de Dios con Israel, su sal kosher no tiene aditivos y no los ves por ahí con bocio, sus niños no están tontos ni son cretinos y las embarazadas no tienen problemas especiales. La tasa de natalidad en Israel es de 2,57 niños por familia, parece que, entre otras cosas, su esperma funciona perfectamente.


Un vídeo donde los investigadores españoles reconocen que el problema del semen de los jóvenes se debe a la fase embrionaria. Un tema tan serio y no han averiguado qué producto lo causa ¡Jo! que lastima.


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