Analizer

jueves, 4 de noviembre de 2010

En el fondo aún somos iberos

Aunque sea un personaje de ficción El Jabato es el íbero más famoso de todos los tiempos ¿Pero cómo eran los íberos reales? Los iberos se nos presentaban un pelín más avanzados que los cavernícolas que como mucho habían hecho la Dama de Elche y el Guerrero de Mogente (Moixent). En aquel entonces sólo se enseñaban las descripciones de sus enemigos griegos y romanos, tal vez por esto nunca les preste especial atención hasta hace unos quince años.
Decía don Hilarión en La verbena de la paloma: “La ciencia adelanta que es una barbaridad”. Y que razón tenía el hombre. Los nuevos hallazgos, sistemas de datación y análisis están demostrando que aquellos cavernícolas eran mucho más avanzados de lo que se suponía; además, sus costumbres han llegado hasta nuestros días.
No hace falta decir que seguimos tan aficionados al aceite de oliva como lo fueron ellos, al vino y a la cerveza también, todo sea dicho de paso, pero todavía hay más, curaban jamones y hacían quesos. Ya sabes, cuando pidas unas tapas con su chato de vino o una caña y un platito de olivas, estás rememorando una costumbre que verdaderamente se pierde en la noche de los tiempos.
Usaban un triángulo metálico idéntico al que hoy utilizamos para hacer las paellas y sus paellas (“paelleras” mal dicho por los que no son valencianos) son iguales aunque un poco más hondas. Inventaron la parrilla para asar carne, de nuevo muy semejante a la que usamos los domingos, con su rectángulo metálico para hacer brasas y apoyar la parrilla donde poner la carne y poder retirarla una vez asada.
Mirad si eran avanzados que inventaron la dieta mediterránea antes de inventarse. Consumían pescado, legumbres variadas, peras, manzanas, higos y uvas, sin hacerles feos a las almendras y avellanas, lo que indica que además de buenos agricultores de secano, donde conseguían el trigo y la cebada, tenían sus huertas con canales de riego. Cuando se habla de la huerta milenaria me parece que se debería hablar de muy, muy milenaria. Eran hábiles apicultores que construían enjambres de cerámica y usaban la miel para endulzar los alimentos y bebidas al desconocer el azúcar.
La dieta mediterránea no consiste en comerse una ensalada con aceite de oliva a toda velocidad y salir corriendo. Además de bien alimentados, sus pinturas destacan por mostrar un pueblo feliz, con celebraciones, música y danzas, y prácticamente una ausencia total de guerras, por lo menos hasta las invasiones de cartagineses y romanos, ahí se terminó la felicidad, a partir de ese momento los íberos serían conocidos como fieros guerreros. Eso no quiere decir que no se pegaran entre ellos, pero no en guerras brutales como las que después recorrerían la península.
Eran diestros herreros que llegaron a fabricar hierro endurecido; es decir, acero. Se han encontrado objetos metálicos de todas clases y diversas aleaciones. Excelentes alfareros, dominaban el arte de la cerámica pintada. Herodoto los describe como honestos comerciantes y por lo que hemos hallado intercambiaban sus productos con muchos más pueblos de lo que podemos pensar.
Se debe reconocer que eran un poco brutos pero de gran corazón. Diodoro de Sicilia los describe del siguiente modo: “crueles con los malhechores y los enemigos y buenos y humanos con los huéspedes. Todos quieren dar albergue a los forasteros que van a su país y se disputan entre ellos para darles hospitalidad”.
Sus avances tecnológicos incluyeron el molino rotatorio para cereales, que muy pronto se extendió por los pueblos mediterráneos, y el arado de rastrillo que sigue siendo igual en el siglo XXI. Como constructores usaron el adobe de forma muy inteligente, impidiendo la humedad y las grietas por asentamiento. Hoy nos chocaría ver sus casas pintadas de tonos verdes, rojos y azulados, aunque predominaba el blanco hecho con cal, otras de las costumbres que han perdurado hasta hace pocos años.
Como buenos antepasados nuestros nunca formaron una unidad política, cada uno iba por un lado, pero compartieron costumbres y una escritura común, que hasta hoy sólo podemos leer pero no comprender su significado, nos hace falta una Piedra de Roseta. Comenzaron siendo mandados por reyes y se fueron democratizando hasta ser un jefe rodeado de un consejo. Cada ciudad creó su propia moneda, que en muchos casos compartía un diseño semejante: La cara del jefe y en el reverso un jinete con lanza y el nombre de la ciudad. Vamos, que si los dejan inventan el euro. Aunque adoraron a muchos dioses el principal parece haber sido el toro, el lobo para los guerreros, el águila y el buitre llevaban a los espíritus al reino de la muerte.
Sobre su origen se ha escrito mucho y sobre todo mucho disparate. La teoría más aceptada, y la más sensata, es que los aborígenes peninsulares evolucionaron hasta formar este pueblo, por lo menos eso indica su ADN. Posteriormente se mezclarían con otros muchos pueblos.
Pese a todo, son unos desconocidos todavía. Se han encontrado hasta ahora más de 1000 yacimientos íberos y siguen aflorando más. De los grandes sólo se ha excavado un 5%, así que se esperan sorpresas. Por ejemplo, según Estrabón: “poseyendo de tiempo antiquísimo escritos en prosa, poemas y leyes en verso que según ellos tenían 6.000 años de antigüedad" ¿Os imagináis la que se liaría si aparecieran? Una biblioteca de 8000 años de antigüedad es una exageración, claro, pero encontrarla aunque fuera más moderna revolucionaría la ciencia. El verano que viene me pongo un sombrero, chaqueta de cuero y me voy a buscar tablillas de barro cocido por ahí o sus planchas de plomo.
¡Ah! ¿Qué por qué os estoy dando el palizón con los íberos? Resulta que el otro día hablando sobre pueblos antiguos al nombrar la palabra íbero, uno soltó en serio: ¿Los embutidos y el jamón? Sin comentario.
Bueno, os dejo que mañana he quedado para hacer el ibero en el bar de la esquina.

Dura sólo dos minutos pero es un vídeo digno de ver sobre los íberos. Se centra en la actual Llíria, la antigua Edeta. Con un final misterioso.

4 comentarios:

Carolina dijo...

y quizá sea porque el jamon es muy bueno, jajaja
Muy interesante la entrada!

Unknown dijo...

¡Y con una cervecita mas!

Trinity dijo...

Por lo que cuentas, tenían una gran calidad de vida, sólo leyendo lo que comian, se da una cuenta de lo bien alimentados que estaban.

El resto de avances, como parrillas, acero, cerámica, molino y demás, da una idea de que eran menos "tontos" de lo que creemos. Y si aparecen esos escritos, desde luego sería la bomba.

Llámame cuando te pongas el chaleco, que me uno a buscar tablillas (impagable la foto de Jabato, me encantaba ese tebeo), y procuraré también ir a hacer el íbero a los bares, pero cuando prohiban el tabaco :P

Besitos

Unknown dijo...

Pues nos sentamos en una terraza. En Valencia aún hace calorcillo :)